caza en galicia

Caza en Galicia: opiniones y recomendaciones

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Hablar de caza en Galicia es hablar de diversidad de hábitats y exigencia técnica. En pocos kilómetros puedes pasar de una costa ventosa con marismas, a un valle de ribera, a una ladera tapizada de toxo donde la visibilidad cae a veinte metros. Ese mosaico ecológico no solo condiciona qué especies encontrarás, sino cómo vas a cazar: dónde situar un puesto, por dónde cierran los jabalíes, en qué hora se mueven las becadas, cuándo entra el malviz, cómo se comporta el corzo con bochorno o con galerna de noroeste.

Lo primero que descubre el cazador que pisa Galicia es que todo se hace un poco más lento: caminar el monte requiere más cuidado, abrir claros con la mirada es un arte, la hidratación importa, la ropa debe ser silenciosa e impermeable de verdad (no “de etiqueta”), y el equipo canino—si sales con perros—necesita protección y seguimiento. Aquí la planificación pesa tanto como la puntería.

¿Qué hace diferente a Galicia?

  • Clima cambiante: en una mañana “gallega” puedes vivir cuatro estaciones. Eso exige capas de ropa y un plan B siempre listo.
  • Vegetación densa: limita ángulos de tiro y complica la lectura de movimientos. La seguridad es innegociable.
  • Agua por todas partes: ríos, regatos, encharcamientos… la fauna se organiza alrededor de esos puntos.
  • Caza social: tradición de cuadrillas, TECOR (cotos sociales ordenados) y gestión comunitaria de muchas manchas.

En Galicia la caza se vive en comunidad. La figura del TECOR (Terreno Cinegético Ordenado) es clave para entender el día a día: son superficies de caza con gestión compartida donde socios y directiva planifican aprovechamientos, jornadas, seguridad y conservación. No es solo salir al monte; es pertenecer a una cuadrilla, respetar unas normas, cuidar a los perros como a familia y hacer campo: arreglar accesos, mantener puntos de agua, sembrar franjas, vigilar incendios, reportar daños agrícolas del jabalí.

La liturgia gallega

  • La asamblea del tecor: se deciden normas internas, días, cupos, prioridades (p. ej., control de daños en maíz).
  • El jefe de batida: coordina, reparte puestos, ordena la entrada de perros y marca el pulso por radio. Su palabra corta el ruido.
  • La cuadrilla: veteranos y noveles, cada cual con su rol. El que “manda perros” sabe cuándo frenar y cuándo apretar; el de puesto sabe cuándo callar y dejar pasar.
  • El tercer tiempo: compartir pan y caldo, repasar la ladra, hablar de la sorda del soto o de ese corzo que se quedó “para la próxima”. La caza gallega es memoria colectiva.

Valores que sostienen la modalidad

  • Seguridad por encima de la suerte: sin ángulo total, no se tira.
  • Respeto por la pieza: remate limpio, aprovechamiento en la mesa, agradecimiento al monte.
  • Perros primero: chaleco anticorte, hidratación, GPS y plan de evacuación si algo se tuerce.
  • Gestión todo el año: la caza no se “enciende” con la veda; se prepara con meses de trabajo silencioso.

Especies cinegéticas más comunes en Galicia

Si hay algo que hace especial a la caza en Galicia es la variedad de especies que puedes encontrar en un territorio relativamente pequeño. La mezcla de mar, montaña, bosques y riberas crea un abanico cinegético único que va desde la caza mayor más dura hasta la caza menor más técnica.

Caza mayor: jabalí, corzo y ciervo

  • Jabalí: El rey del monte gallego. Adaptado como pocos al mosaico de eucaliptales, toxos y maizales, el jabalí se ha convertido en protagonista absoluto. Su población ha crecido mucho en los últimos años, lo que genera tanto pasión cinegética como problemas de daños agrícolas.
    • Cómo se caza: principalmente en batidas organizadas por cuadrillas dentro de tecores. También con esperas nocturnas autorizadas en zonas con daños.
    • Qué lo hace especial en Galicia: la vegetación cerrada. Aquí el jabalí se mueve “invisible” a pocos metros, y los perros son fundamentales para levantarlo y empujarlo hacia los puestos.
    • Recomendación práctica: siempre chaleco anticorte para los canes, y seguridad absoluta en los tiros (a 20 metros, entre toxos y niebla, no hay margen para errores).
  • Corzo: El “duende del bosque” también se ha hecho fuerte en Galicia, sobre todo en zonas de interior y montaña.
    • Cómo se caza: en rececho y en esperas selectivas, con precintos gestionados por cada tecor.
    • Curiosidad: cada año gana más adeptos entre cazadores jóvenes que buscan un reto individual, más pausado y técnico.
    • Consejo: la niebla gallega juega malas pasadas. Un buen prismático y paciencia extra son tus mejores aliados.
  • Ciervo: Aunque su presencia no es tan abundante como en otras regiones de España, en zonas concretas de Lugo y Ourense empiezan a consolidarse poblaciones interesantes.
    • Cómo se caza: con planes de gestión muy limitados, normalmente en rececho.
    • Lo que aporta: la posibilidad de sumar variedad a la caza mayor gallega sin que sea la especie dominante.

Caza menor: perdiz, conejo y liebre

  • Perdiz roja (Alectoris rufa): Galicia no es el paraíso perdicero que pueden ser otras regiones, pero en zonas agrícolas tradicionales aún se pueden disfrutar buenos lances. El problema es que la intensificación agrícola y los cambios de hábitat han reducido mucho su presencia.
    • Cómo se caza: a mano con perro de muestra, en cuadrillas pequeñas.
    • Consejo práctico: busca zonas de mosaico agrícola, con lindes y pequeños barbechos.
  • Conejo: Muy variable según comarca. En algunas zonas abunda, en otras la mixomatosis y la neumonía hemorrágica lo han diezmado.
    • Cómo se caza: con perros pequeños y rápidos (podencos, sabuesos).
    • Recomendación: botas flexibles y resistentes, porque los conejos en Galicia suelen refugiarse en zonas de tojo bajo.
  • Liebre: La liebre gallega es un auténtico desafío: correderas largas, lances espectaculares y perros galgos o cruces que dan todo en la persecución.
    • Cómo se caza: principalmente con galgos y en zonas abiertas (más escasas en Galicia, pero presentes en comarcas agrícolas).

Especies migratorias y acuáticas

Si hablamos de caza en Galicia, no podemos olvidar las especies migratorias. Aquí entran piezas que despiertan auténticas pasiones.

  • Becada (sorda): La “reina de la caza menor gallega”. El clima húmedo, los sotos de carballo y los pinares densos hacen que Galicia sea un destino privilegiado para la becada en invierno.
    • Cómo se caza: con perros de muestra, jornadas largas y mucho silencio.
    • Lo que la hace especial: es la especie que más respeto y devoción genera entre cazadores gallegos. Una becada bien trabajada vale más que muchas perdices.
  • Zorzales (malviz): Los pasos otoñales de malviz son otro clásico. Requieren paciencia, puestos estratégicos y lectura del viento.
  • Paloma torcaz: Sus migraciones atraviesan Galicia, y cada año dejan jornadas memorables. Los pasos en octubre-noviembre son intensos y generan auténtica expectación.
  • Acuáticas: En marismas y humedales autorizados, la caza de anátidas (patos, azulones) también tiene su lugar, aunque siempre bajo cupos estrictos y zonas limitadas.

Normativa de Caza en Galicia

En Galicia, como en el resto de España, la caza está regulada de forma estricta. Pero aquí cobra especial importancia porque la figura de los TECOR (Terrenos Cinegéticamente Ordenados) hace que buena parte de la caza se desarrolle en terrenos gestionados comunitariamente. Esto significa que, además de cumplir con la ley gallega de caza y la orden anual de vedas, cada cazador debe respetar también las normas internas del tecor al que pertenece.

Si eres cazador en Galicia (o planeas venir a cazar aquí), hay cuatro cosas que nunca puedes olvidar: licencia, seguro, permiso y normativa vigente. Vamos a verlas una por una.

Licencias necesarias y requisitos

Para poder cazar en Galicia necesitas:

  • Licencia de caza gallega: se obtiene a través de la Xunta de Galicia.
    • Requiere superar el examen del cazador (o demostrar convalidación si ya lo has aprobado en otra comunidad).
    • Edad mínima: 16 años.
    • Se renueva cada cierto tiempo mediante el pago de una tasa administrativa.
  • Seguro obligatorio de responsabilidad civil: cubre posibles accidentes durante la actividad cinegética.
  • Si usas arma de fuego:
    • Guía de pertenencia del arma y licencia correspondiente.
    • Cumplir con la normativa de transporte y custodia del arma.

👉 Consejo práctico: no esperes a última hora. Gestiona tu licencia con semanas de antelación y asegúrate de que el seguro cubre la temporada completa.

Periodos hábiles de caza

Cada año la Xunta publica la orden de vedas, que determina:

  • Qué especies pueden cazarse, y en qué fechas.
  • Qué días de la semana son hábiles para cada modalidad (por ejemplo, jueves, sábados, domingos y festivos).
  • Modalidades autorizadas: batida, rececho, aguardo, etc.
  • Zonas concretas: algunos humedales, reservas o espacios protegidos tienen normas específicas.

👉 Aquí es fundamental: las fechas cambian cada temporada. No sirve guiarse por lo que valía el año pasado.

Limitaciones y cupos por especie

La orden también fija los cupos máximos de captura por cazador y jornada. Algunos ejemplos típicos:

  • Jabalí → cupo definido según plan del tecor.
  • Corzo → siempre con precinto individual.
  • Perdiz roja → número limitado por jornada y según estado de la población.
  • Becada → cupo muy controlado (en algunas temporadas, 2–3 por cazador y día).

👉 Consejo práctico: respeta no solo la ley, sino también el sentido común. Si notas que en tu zona la población de una especie está débil, reduce la presión aunque la norma permita más. Eso es lo que marca la diferencia entre un cazador responsable y uno que no piensa en el futuro.

Particularidades en cotos y tecores gallegos

Los TECOR son la base de la caza en Galicia. Están formados por terrenos agrupados donde se gestiona la actividad cinegética de forma colectiva.

  • Cada tecor tiene su plan de aprovechamiento anual, que fija cuántas jornadas de batida se harán, qué días se sale y con qué cupos.
  • Para cazar en un tecor como socio debes pagar una cuota anual. Si eres foráneo, puedes acceder con permisos temporales, siempre que la directiva lo autorice.
  • El jefe de batida o la directiva del tecor son la autoridad durante la jornada. Lo que digan va a misa: desde qué perro se suelta hasta qué puesto ocupa cada uno.

Opiniones de cazadores sobre la caza en Galicia

La caza en Galicia no se entiende sin las voces de quienes la practican día tras día. La normativa es importante, sí, pero lo que hace único al monte gallego es la experiencia del cazador: cómo se organiza la cuadrilla, cómo se mueven los perros entre los toxos, cómo pesa la niebla en un rececho, o cómo se palpa la tensión en una batida de jabalí.

Experiencia en batidas de jabalí

Las batidas de jabalí son la modalidad más practicada en Galicia, y también la que más historias deja. Quien ha estado en una sabe que el protagonista absoluto no es el disparo, sino el trabajo de los perros y la coordinación de la cuadrilla.

Un cazador veterano suele resumirlo así: “Aquí el jabalí se caza con oído y paciencia, no con prisa”. Porque en el monte gallego:

  • El jabalí entra a los puestos pegado a la maleza, a veces invisible hasta el último segundo.
  • Los perros se juegan el tipo en zarzas y toxos; por eso, el chaleco anticorte y el GPS no son caprichos, sino salvavidas.
  • La comunicación por radio es constante, pero siempre breve y clara: “Perros al encame, ladra firme, atentos al cortafuegos”.

Recomendaciones para cazadores novatos

Si eres nuevo en Galicia, olvida la idea de que esto es como cazar en llanuras abiertas. Aquí cada paso cuenta, y la seguridad va siempre primero. Algunos consejos de veteranos:

  1. Empieza en cuadrilla: no intentes cazar en solitario. Aprende escuchando a los mayores y observando cómo se mueven.
  2. Respeta las normas del tecor: ponte donde te digan, mantén el puesto hasta la señal y no dispares sin fondo claro.
  3. Equipo adecuado: botas con suela agresiva (el barro gallego no perdona), ropa por capas e impermeable silencioso.
  4. Sé paciente: en Galicia, un buen día de caza puede ser uno sin disparos, pero con un buen encame trabajado y perros satisfechos.

Diferencias entre la caza en Galicia y otras comunidades

Muchos cazadores que han probado en Castilla, Extremadura o Andalucía notan al instante las diferencias:

  • Visibilidad: mientras en la meseta puedes ver a 200 metros, en Galicia muchas veces apenas ves a 20. Eso cambia por completo la forma de encarar un lance.
  • Clima: aquí el tiempo es un jugador más. La niebla, la lluvia o el viento condicionan los movimientos de la caza… y del cazador.
  • Terreno: las pendientes, el barro y la vegetación densa hacen que la preparación física cuente más que en otros lugares.
  • Cultura cinegética: la caza en Galicia es profundamente social y comunitaria. El tecor no es solo un coto: es una cuadrilla, una red de vecinos y amigos que comparten tanto el monte como la mesa.

Recomendaciones para cazar en Galicia

La caza en Galicia tiene su propio carácter. No es lo mismo salir al campo en Castilla, donde puedes ver a 300 metros, que meterte en un toxal gallego, donde a los 15 metros ya no distingues nada. Tampoco es igual caminar por dehesa seca que subir por un valle húmedo donde el barro te traga la bota.
Aquí el monte manda, y si quieres disfrutar (y volver entero a casa), hay que ir preparado de verdad.

Preparación física y equipo necesario

Cazar en Galicia exige piernas y espalda. No es raro terminar una batida de jabalí con la ropa empapada (de sudor o de lluvia), las botas llenas de barro y los brazos marcados de toxos.

  • Botas: imprescindibles unas con suela de taco agresivo y caña media o alta para proteger tobillos. El barro gallego no perdona suelas lisas.
  • Ropa: capas, siempre capas. Camiseta térmica + polar silencioso + impermeable transpirable. Nada de plásticos ruidosos.
  • Accesorios básicos: linterna frontal (las batidas empiezan de noche cerrada), guantes finos pero resistentes, gorra de alta visibilidad.
  • Tecnología útil: GPS de mano o app con mapas offline. La cobertura se pierde en muchos montes.

Seguridad en la caza en terrenos gallegos

La seguridad es la primera norma no escrita de cualquier cuadrilla gallega. Aquí la vegetación y el relieve hacen que sea fácil perder de vista al compañero, por eso las medidas de prevención son sagradas:

  1. Alta visibilidad: gorra o chaleco en naranja o amarillo. En Galicia, camuflarse demasiado es un error peligroso.
  2. Coordinación clara: el jefe de batida reparte puestos y nadie los abandona sin permiso.
  3. Disparo con ángulo total: si no hay visión absoluta, no se dispara.
  4. Protección de los perros: chalecos anticorte, collares GPS y plan de evacuación en caso de herida.
  5. Comunicación: radios o móviles cargados, siempre con protocolo de mensajes breves y claros.

Respeto al medio natural y a las comunidades locales

En Galicia, la caza convive con senderistas, ganaderos, agricultores, seteros y vecinos del rural. El respeto no es opcional: es lo que mantiene viva la actividad.

  • No dejar basura ni cartuchos: la imagen del cazador depende de estos detalles.
  • Respetar cultivos y cierres: no pisar donde no se debe, y si un jabalí se mete en un maizal, hablar antes con el dueño.
  • Cuidado con el fuego: Galicia sufre incendios cada verano; nada de colillas ni hogueras.
  • Trato humano: saluda, explica, comparte. La caza gana aliados cuando se muestra cercana y responsable.

Preguntas frecuentes sobre la caza en Galicia

¿Qué necesito para cazar legalmente en Galicia?

Para poder cazar en Galicia lo primero es disponer de la licencia de caza gallega, expedida por la Xunta de Galicia. Para obtenerla es obligatorio haber superado el examen del cazador, una prueba que garantiza que conoces la normativa básica y los principios de seguridad, aunque si ya lo has aprobado en otra comunidad autónoma puedes solicitar la convalidación. La edad mínima son 16 años. A la licencia hay que sumarle el seguro obligatorio de responsabilidad civil, que cubre daños personales y materiales que pudieran producirse durante la actividad cinegética. Además, si cazas en un tecor (la forma más común en Galicia), necesitas el permiso de ese tecor concreto, ya sea como socio anual o mediante una invitación o autorización puntual. Y si utilizas armas de fuego, deberás llevar también la licencia de armas, la guía de pertenencia y el DNI. La recomendación más práctica es llevar siempre todos los documentos juntos en una funda estanca, porque la humedad y la lluvia gallega no perdonan.

¿Cuándo empieza la temporada de caza en Galicia?

La temporada de caza en Galicia la marca cada año la orden de vedas que publica la Xunta. No existe un calendario fijo e inmutable, sino que se revisa anualmente en función de los censos y la situación de cada especie. Como orientación general, la caza mayor (jabalí, corzo y en algunos casos ciervo) suele comenzar a finales del verano o principios de otoño, con días hábiles normalmente fijados en jueves, sábados, domingos y festivos. La caza menor (perdiz, conejo, liebre o becada) arranca en otoño y se alarga durante el invierno, mientras que las especies migratorias como los zorzales, las torcaces o las acuáticas se concentran entre octubre y febrero. La lección más importante es no confiarse en lo que “se hacía siempre”: hay que consultar cada temporada la orden oficial, porque puede haber cambios o restricciones adicionales según la situación de cada especie.

¿Cómo funcionan los tecores en Galicia?

Los tecores (Terrenos Cinegéticamente Ordenados) son la pieza central de la caza en Galicia. Son superficies de monte o tierras agrícolas agrupadas y gestionadas por una asociación de cazadores que planifica el aprovechamiento de forma colectiva. Cada tecor establece un plan anual de gestión, donde se determinan los cupos, las jornadas de batida, los días de caza y las medidas de conservación. Para participar en un tecor puedes hacerlo como socio, pagando una cuota anual, o como invitado en determinadas jornadas mediante permisos temporales. Durante las cacerías, la figura del jefe de batida es fundamental: él organiza los puestos, autoriza la suelta de perros y coordina la seguridad. En Galicia no basta con salir al campo “a ver qué pasa”; aquí la caza está organizada y tiene una fuerte dimensión social, de cuadrilla, de comunidad.

¿Qué equipo básico necesito para cazar en Galicia?

El monte gallego pone a prueba al cazador como pocos. Las botas deben ser resistentes, con suela de taco profundo y caña media o alta, porque las pendientes, el barro y el agua hacen que una bota blanda no dure ni media temporada. La ropa debe vestirse en capas: una térmica interior, una segunda capa de abrigo silenciosa y un impermeable transpirable encima. Aquí no sirve un chubasquero ruidoso; necesitas prendas técnicas que soporten horas de lluvia sin arruinar tu movimiento. La alta visibilidad es fundamental: una gorra o chaleco naranja o amarillo evitan accidentes en la vegetación densa. Y no olvides accesorios clave como la linterna frontal, guantes resistentes, agua suficiente y un GPS de mano o una app con mapas descargados, ya que la cobertura se pierde en muchos montes. Si cazas con perros, recuerda que su seguridad depende de ti: un chaleco anticorte y un collar GPS pueden salvarle la vida.

¿Qué pasa si el día de caza hay lluvia o niebla?

En Galicia lo más normal es que el clima juegue contigo. La lluvia ligera rara vez detiene la actividad cinegética: con ropa adecuada y equipo impermeable se puede cazar sin problema. La niebla, sin embargo, es otro asunto. Cuando la niebla espesa reduce la visibilidad, puede llegar a suspenderse la jornada, porque los tiros sin fondo claro son demasiado peligrosos. El jefe de batida suele ser quien decide en estos casos. La clave está en planificar pensando que la humedad siempre estará presente: documentos en funda impermeable, ropa técnica de calidad y mapas descargados en el móvil o un GPS. Y un consejo básico: lleva siempre una brújula sencilla. En Galicia, con la niebla cerrada, perder la orientación es más fácil de lo que parece.

¿Qué especies están protegidas y no se pueden cazar en Galicia?

En Galicia existen varias especies que no son cinegéticas y que nunca deben ser cazadas. La más conocida es el lobo ibérico, que actualmente no se puede cazar y está bajo protección especial. Tampoco las rapaces como azores, gavilanes, águilas o búhos, ni otros mamíferos como la nutria, la gineta o el turón. Además, hay aves migratorias y pequeños paseriformes que no están dentro del listado cinegético. La regla de oro es sencilla: si dudas, no dispares. Es responsabilidad del cazador conocer qué especies están autorizadas y cuáles no, y la mejor forma de estar seguro es revisar la orden de vedas de cada temporada.

¿A qué edad se puede empezar a cazar en Galicia?

La edad mínima para obtener la licencia de caza en Galicia es de 16 años, siempre que se haya superado el examen del cazador y se cumplan los requisitos legales. Sin embargo, algunos jóvenes entre 14 y 16 años pueden participar como acompañantes en determinadas modalidades, aunque en ningún caso pueden portar o disparar un arma. La figura de un adulto responsable siempre es necesaria. Es importante entender que en Galicia, como en otras comunidades, la formación previa y la transmisión de valores son igual de importantes que la práctica cinegética en sí. No se trata solo de aprender a disparar, sino de entender la seguridad, la ética y el respeto al monte antes de asumir responsabilidades.

¿Cuánto cuesta cazar en Galicia?

El coste de cazar en Galicia varía mucho según el tecor y la modalidad elegida. Para los socios locales, las cuotas anuales suelen ser relativamente asequibles, lo que facilita la participación en las jornadas habituales de batida o menor. Para los cazadores de fuera, existen permisos puntuales que permiten disfrutar de determinadas jornadas, aunque suelen tener un precio más elevado. En el caso de la caza mayor selectiva, como el corzo o el ciervo, es habitual que se gestionen mediante precintos, cuyo coste puede añadirse a la cuota o al permiso. La recomendación más práctica es informarse siempre en la directiva del tecor antes de pagar, ya que cada uno fija sus condiciones en función de su plan de gestión y de las especies disponibles.

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